

En los inicios del siglo XX, los países latinoamericanos seguían el modelo agroexportador, controlando las economías regionales. El comercio mundial estaba controlado por las grandes potencias como Reino Unido, Francia y EEUU. Por otro lado, Estados Unidos comienza su política expansionista ocupando territorios mexicanos (Nuevo México, California y Texas), Puerto Rico, Guam, Hawai y ganando influencia en Cuba y Filipinas. Esta mecánica es la que marca el panorama bélico en el continente americano a lo largo del siglo XX, con la intervención del país norteamericano en naciones latinoamericanas.

La historia de América Latina durante la segunda mitad del siglo XX es un tanto excepcional. Por un lado, se mantuvo en buena medida al margen de la Segunda Guerra Mundial. Por otro lado, a diferencia de la mayor parte del mundo no occidental, la descolonización y sus problemas no afectaron a unos países que eran independientes desde hacía más de un siglo. No por ello ha sido un período carente de dificultades.
Pese a que hasta la década de los setenta las economías latinoamericanas vieron crecer sustancialmente sus sectores industriales, la debilidad del crecimiento desde la crisis de la deuda de los años ochenta ha tenido como consecuencia que América Latina esté hoy más lejos de los países más desarrollados que a mediados del siglo XX.
La transición política desde los regímenes oligárquicos de comienzos de siglo a la democracia parlamentaria tampoco ha carecido de dificultades. Ni populismo ni dictaduras militares encontraron soluciones políticas duraderas. Las democracias surgidas en la década de los ochenta están avanzando en su consolidación, pese al extremadamente difícil marco económico en el que vieron la luz.
Juan Domingo Perón, expresidente de Argentina.
El general Perón y su herencia han influido poderosamente en el escenario político argentino desde el golpe militar dado, en 1943, por oficiales de rango medio que le llevaría al poder poco más tarde. Su programa populista y nacionalista, apoyado en una buena coyuntura económica, le hizo muy popular entre los trabajadores argentinos.
Depuesto y enviado al exilio por otro golpe militar en 1955, regresó a Argentina en 1973, sin que ello contribuyera a la estabilidad de un país que salía de una dictadura militar y en el que, al terrorismo peronista y marxista (Montoneros y Ejército Revolucionario del Pueblo), se le sumaba una gran conflictividad social.
México es el único caso en América latina en el que un mismo partido el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha estado en el poder durante décadas (1929-2000). Surgido de la Revolución Mexicana logró crear un modelo político duradero que, si bien al precio de la creación de algo no muy próximo alejado a un régimen totalitario de partido único, ha evitado a México los golpes militares que ha conocido otros países latinoamericanos.

