

Oriente Medio, la región donde se concentran las mayores reservas de petróleo del mundo, ha seguido siendo la zona de máxima tensión internacional. Veamos algunos de los principales conflictos que se han desarrollado tras el fin de la guerra fría.
El eje sobre el que se cimienta la geopolítica actual nace de la Revolución iraní, la Guerra de Afganistán y la Guerra Civil del Líbano. La revolución convertiría a Irán en potencia regional y la acabaría alineando con las fuerzas chiitas de Oriente Medio y con potencias mundiales como Rusia y China.
El Irak de Saddam Hussein quedó en una situación económica muy precaria tras su larga guerra contra el Irán de Jomeini (1980-1988). El dictador iraquí sobrevaloró sus fuerzas y tomó una decisión muy arriesgada: en julio de 1990 se anexionó el vecino estado de Kuwait, otro gran productor de petróleo. La posibilidad de que Saddam se hiciera con gran parte de la producción mundial de petróleo desencadenó la reacción de la comunidad internacional, dirigida por EEUU.
El 17 de enero de 1991, se inició la guerra del Golfo con el bombardeo de Bagdad que, por primera vez en la historia, era trasmitido en directo al mundo por la cadena CNN. La resistencia iraquí pronto se derrumbó y las tropas de la coalición dirigida por EEUU liberaron fácilmente Kuwait en febrero de ese año.
EEUU no se decidió a acabar con el régimen de Saddam Hussein y las tropas norteamericanas permanecieron inmóviles mientras Saddam reprimía brutalmente las rebeliones de kurdos y chiítas en el interior de Irak.

Osama Bin Laden, fundador y líder de Al Qaeda hasta su muerte en 2011.
Tras la Guerra del Golfo se abrió un período de optimismo en la región que tuvo su mayor reflejo en el inicio de negociaciones entre Israel y la Organización de Liberación de Palestina (OLP) de Yasser Arafat. Una Conferencia sobre la Paz en Oriente Próximo, celebrada en Madrid en octubre de 1991, pareció abrir el camino hacia la paz.
En 1994, Yasser Arafat volvió a Palestina y se estableció la Autoridad Nacional Palestina, gobierno con poderes muy limitados en Gaza y Cisjordania, territorios ocupados por Israel en 1973. Las esperanzas, sin embargo, se han visto completamente frustradas.

Yasser Arafat, líder de la OPL.

Atentado contra las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001.
El proceso de paz ha descarrilado completamente, la violencia continua y, en 2007, ha estallado una verdadera guerra civil entre los palestinos, que ha llevado a la formación de dos entidades separadas: Gaza bajo los islamistas de Hamas (Movimiento de Resistencia Islámica) y Cisjordania bajo un gobierno más secular de Fatah, la principal organización de la antigua OLP.
Con el proceso de paz en Palestina en vías hacia el fracaso, los ataques terroristas del 11-S alteraron completamente la situación en el mundo y, muy especialmente, en el Oriente Medio. El presidente Bush, hijo, declaró la “guerra al terrorismo” y emprendió acciones militares que han engendrado dos conflictos bélicos: la Guerra de Afganistán contra los yihadistas y la Guerra de Iraq contra Saddam Hussein.
De la guerra de Afganistán se obtendría la derrota y última crisis de la URSS así como la creación del yihadismo contemporáneo que nació con Al Qaeda y continúa desarrollándose en términos filosóficos y políticos en el Estado Islámico, y el último pilar de la moderna geopolítica está en la Guerra Civil Libanesa, que durará quince años, desde 1975 hasta 1990.
Es tal vez el conflicto más decisivo de los últimos cincuenta años en oriente medio debido a que de él nacerá la mayor oposición a Israel y uno de sus más encarnizados enemigos. Hezbollah será el gran vencedor de esta guerra de desgaste entre múltiples facciones del Líbano; esta milicia chií recibirá el apoyo incondicional de Irán y Siria y acabaría expandiéndose hasta Iraq.
Este conflicto también marcará la segunda expulsión de la OLP (la primera en 1970 cuando fueron expulsados de Jordania) y el inicio del cambio de estrategia de la resistencia Palestina hacia las intifadas.
Fuentes: Historia siglo 20 y Otra lectura.
